Arrancamos paí, chacho.

Sin mas dilación que la debida ni más pretensión que la de empezar, ahí vamos.

Arranca este catálogo de pintadas de bic y reflexiones de taza cuando los blogs ya se han pasado de moda, escribir a mano alzada es una temeridad de por sí y quejarse no mola nada.

Muestrario de pintadas -anónimas o no- que te hacen pensar con una mano en el culo, te arrancan una carcajada de entre tus más profundas arcadas o simplemente te pasan de largo.

Las escritas con mala ostia, con filosofía de cabeza ajena y las resabiadas por manidas. Las que no se pueden callar y las que nunca debieron ver la luz más allá de tu carpeta de estudiante impúber con granacos y bigote frutero.

Todas esas y todas las demás. Porque leer una pintada es como leer un pensamiento y eso, o lo otro, siempre me parecido la hostia.

A ver que se cuentan las paredes.